El 27 de julio de 2025, en el Barrio de Jesús, municipio de Acajete, Puebla, fue hallado el cuerpo de Valentina C. F., de 48 años, en un terreno baldío ubicado en la calle 7 Oriente, entre las calles 10 y 6 Sur. El descubrimiento se realizó tras reportes de vecinos alertados por un fuerte olor fétido, inicialmente confundido con un cuerpo calcinado, aunque las autoridades confirmaron que se trataba de un cadáver en avanzado estado de descomposición. La Policía Municipal acordonó la zona, y agentes de la Coordinación General Especializada en Investigación de Homicidios Dolosos de la Fiscalía General del Estado (FGE) realizaron las diligencias y el levantamiento del cuerpo. Hasta el 28 de julio de 2025, la causa de muerte no ha sido confirmada oficialmente, pendiente de estudios forenses para determinar si fue una muerte natural o un homicidio con posibles indicios de violencia que lo clasifiquen como feminicidio. Testimonios locales indicaron que Valentina era conocida en la comunidad y tenía antecedentes de problemas de alcoholismo, habiendo sido internada en centros de rehabilitación en varias ocasiones.Contexto de feminicidios en Acajete y zonas aledañasAcajete, ubicado en la región centro-oriente de Puebla, ha sido señalado en múltiples reportes como uno de los municipios con incidencia de feminicidios, aunque no está entre los de mayor prevalencia, como Puebla capital o Tehuacán. Según datos del Observatorio de Violencia Social y de Género (OVSG) de la Universidad Iberoamericana Puebla, en 2022 se registraron 54 presuntos feminicidios en 28 municipios de Puebla, con Acajete reportando al menos un caso. En 2023, el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE) documentó dos feminicidios en Acajete entre enero y septiembre, consolidándolo como uno de los municipios con Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) activa desde 2019.Casos relevantes en Acajete:
La impunidad en feminicidios en Puebla es alta, con un índice de 39.5% a 68.2%, y el estado se posiciona como el quinto con mayor impunidad en estos delitos. La falta de investigaciones con perspectiva de género y el subregistro de casos por parte de la FGE agravan el problema, ya que muchos feminicidios son clasificados como homicidios, reduciendo las sanciones correspondientes. En Acajete, la situación se ve agravada por la vulnerabilidad de ciertas víctimas, como Valentina, quien padecía problemas de alcoholismo, un factor que puede aumentar el riesgo de violencia en contextos de marginación.
- Mayra N. (2022): El cuerpo de Mayra N., de 36 años y originaria de Tehuacán, fue encontrado en un lote baldío en Acajete. Había sido reportada como desaparecida, y su caso fue catalogado como feminicidio, aunque no se proporcionaron detalles adicionales sobre el agresor o las circunstancias.
- Gardenia y Dayan N. (2020): En Santa María Nenetzintla, Acajete, se encontraron los cuerpos calcinados de Gardenia, de 26 años, y su hija Dayan, de 11 años, al interior de un vehículo tras 24 horas de desaparición. La FGE identificó a Alonso “M”, expareja de Gardenia, como el probable feminicida, quien fue detenido en Chiapas intentando cruzar a Guatemala.
- Tehuacán: En 2023, registró tres feminicidios, siendo el segundo municipio con más casos después de Puebla capital.
- San Martín Texmelucan: Reportó dos feminicidios en 2023, destacando por su cercanía geográfica y problemas similares de violencia de género.
- Puebla capital: Concentra la mayoría de los casos, con 13 feminicidios reportados en 2023, representando un tercio del total estatal.
- Guadalupe Victoria: En 2023, el cuerpo de Rosa María Hernández, de 30 años, fue hallado en campos de cultivo tras ser reportada como desaparecida el 5 de febrero. Su caso, investigado como feminicidio, generó atención por la labor del colectivo Voz de los Desaparecidos.
- Ciudad Serdán y Atzitzintla: En febrero de 2023, se encontraron los cuerpos de Tania N. y Brenda, ambas de 30 años, en una barranca en los límites de estos municipios. Presentaban huellas de tortura y heridas de bala, tras haber sido interceptadas al regresar de un baile.
La impunidad en feminicidios en Puebla es alta, con un índice de 39.5% a 68.2%, y el estado se posiciona como el quinto con mayor impunidad en estos delitos. La falta de investigaciones con perspectiva de género y el subregistro de casos por parte de la FGE agravan el problema, ya que muchos feminicidios son clasificados como homicidios, reduciendo las sanciones correspondientes. En Acajete, la situación se ve agravada por la vulnerabilidad de ciertas víctimas, como Valentina, quien padecía problemas de alcoholismo, un factor que puede aumentar el riesgo de violencia en contextos de marginación.