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SEAT México y Agencia Autoforum: negligencia sistemática y posible colusión corporativa

Expone la situación entre SEAT México, la agencia Autoforum de la Avenida Juárez en Puebla, y el consumidor afectado, Carlos Cuéllar:

SEAT México y Agencia Autoforum: negligencia sistemática y posible colusión corporativa

Por Redacción 
Puebla.– Mayo de 2025

Lo que inició como la compra de un automóvil nuevo con respaldo de marca internacional, terminó por revelar un entramado de negligencia, desdén y opacidad en el servicio postventa de SEAT México y de su distribuidora autorizada en la capital poblana, Autoforum Juárez, una agencia que hoy acumula acusaciones de abuso, mala praxis técnica y posible colusión con directivos de la armadora para eludir su responsabilidad en la garantía de sus vehículos.

Carlos Cuéllar, un consumidor que adquirió un SEAT Ibiza FR 2024 a finales de diciembre del año pasado, ha documentado —con correos, grabaciones de llamadas y bitácoras de servicio— lo que podría ser más que una cadena de errores: un patrón de encubrimiento y omisión, disfrazado de burocracia corporativa.

A tres meses de la compra, el automóvil encendió el testigo de Check Engine. La reacción de la agencia fue, por decir lo menos, superficial: sin un diagnóstico técnico riguroso, los asesores de Autoforum sugirieron un "lavado de motor" por 3,500 pesos, atribuyendo la falla a “gasolina contaminada”. Jamás desmontaron el motor ni hicieron una revisión real. Simplemente borraron el código de error. La falla persistió.

Dos semanas después, el coche colapsó. Tuvo que ser trasladado en grúa de regreso a la agencia. Entonces el diagnóstico cambió: según el personal técnico, la falla correspondía al disco de presión del clutch, lo que implicaría —según su versión— "uso indebido". Pero no hubo dictamen técnico formal, ni documento firmado, ni diagnóstico certificado por ingeniero responsable. Sólo la palabra de una agencia que, para entonces, ya mostraba una estrategia evasiva.

Desde principios de abril, el coche permanece inmóvil en las instalaciones de Autoforum Puebla. Ni la distribuidora ni SEAT México han emitido una resolución por escrito. Se han limitado a ofrecer un “descuento especial” en la reparación: de 40 mil a 29 mil pesos, propuesta que Cuéllar considera insultante. “Es una burla. Me quieren cobrar por algo que debería cubrir la garantía. No hay peritaje, no hay transparencia, y solo dan largas”, denuncia.

En los intercambios documentados entre el consumidor, la agencia y la representación nacional de SEAT, se percibe una estrategia de desgaste: ninguna parte se hace responsable, y ambas se limitan a señalar a la otra. Una danza cínica de evasión institucional que puede encuadrarse no sólo en una falta de ética profesional, sino en lo que Cuéllar denomina una estructura de “delincuencia organizada de cuello blanco”, disfrazada de concesionario autorizado.

¿Garantía o ficción comercial?

SEAT México forma parte del consorcio Volkswagen Group, el segundo fabricante automotriz más grande del mundo. Su línea de autos, distribuida a través de agencias como Autoforum, promete cobertura de garantía por tres años o 60 mil kilómetros. Pero el caso de Cuéllar revela que esa garantía puede quedar en papel mojado si no existe voluntad de las partes para asumir los compromisos que anuncian.

Que un sistema de clutch presente fallas a los 27 mil kilómetros y apenas cuatro meses de uso no sólo pone en duda la calidad de los materiales; también arroja sombras sobre los controles de calidad y responsabilidad corporativa de la marca. Más aún cuando el vehículo siempre fue llevado a servicio en la propia agencia, sin modificaciones ni mal uso reportado.

Peor aún, las llamadas realizadas por Cuéllar a Gabriel Muñoz, de SEAT México, y Alberto, asesor de Autoforum Puebla, revelan una narrativa de presión comercial: no hay reparación sin pago, no hay diagnóstico sin costo, y el problema sigue sin resolverse mientras el cliente absorbe los daños.

¿Prácticas sistemáticas?

Este caso no es aislado. La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) ha documentado en años recientes un incremento en las quejas por negación de garantías. En muchos casos, las agencias actúan como murallas de contención, impidiendo al cliente llegar a la marca matriz. La falta de dictámenes firmados por peritos, la negativa a dar respuestas por escrito y la insistencia en cobros previos son prácticas que —aunque frecuentes— podrían constituir violaciones a la Ley Federal de Protección al Consumidor.

Cuéllar ya prepara una denuncia formal ante la Profeco y otras instancias legales. “Esto no es una simple mala atención. Hay dolo, hay manipulación, y hay una marca que mira hacia otro lado mientras sus distribuidores cometen abusos”, afirma.

En tanto, su vehículo continúa detenido, sin reparación, sin dictamen, y sin justicia. SEAT México guarda silencio.