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El Caníbal de la Guerrero

El Caníbal de la Guerrero


En el corazón de la colonia Guerrero, en el centro de la Ciudad de México, la madrugada del 8 de octubre de 2007 se descubrieron los presuntos crímenes de José Luis Calva Zepeda, quien más tarde sería conocido como “El Caníbal de la Guerrero”, “El Caníbal Poeta”, “El Caníbal Seductor” o simplemente “El Caníbal”. Su apodo se debía no solo a sus actos de antropofagia, sino también a su afición por la poesía, la literatura y su aparente carisma, con el cual conquistaba a sus víctimas antes de asesinarlas y devorarlas (Hernández, 2011).

Desde su infancia, Calva Zepeda demostró tendencias delictivas. Comenzó con pequeños robos, pero con el tiempo sus actos se tornaron más violentos. En su juventud, cometió abuso sexual contra una menor y ya en su edad adulta, sus relaciones amorosas estaban marcadas por la violencia. Tras su divorcio, escaló al asesinato y desmembramiento de sus parejas sentimentales, consumando su transformación en un criminal despiadado (Payán Vidaña, 2008).

Este personaje anormal se presentaba a sí mismo como poeta, periodista, novelista, dramaturgo, escritor, cantante y sanador, e incluso aseguraba estar iluminado por Dios. Su canibalismo, según algunos criminólogos, no solo era un acto de barbarie, sino también una manera retorcida de “sustraer y conservar el amor de sus féminas” (Rojo Urquieta, 2009).

Infancia y Perfil Psicológico

Nació en la Ciudad de México el 20 de junio de 1969, hijo de Esteban Calva Téllez y Elia Zepeda Camarena. Quedó huérfano de padre a los dos años de edad, lo que podría haber influido en su desarrollo emocional. Se describía a sí mismo como enfermizo, con un “corazón grande”, huesos frágiles y una naturaleza melancólica. También aseguraba ser un “platónico de amores” y un “soñador”, lo que contrastaba fuertemente con la brutalidad de sus crímenes (Román Quiroz, 2010).

Uno de los aspectos más inquietantes de su personalidad era su tendencia a la manipulación y el autoengaño. En sus escritos reflejaba una visión distorsionada del amor y la soledad, lo que refuerza la teoría de que sus crímenes no eran solo un acto de violencia, sino también un intento de llenar un vacío emocional profundo.

"Por las noches tomo mi café, me asomo a mi balcón, miro la ciudad. Devoro las calles en mi auto, corto de tajo el aire y entonces, ni ángeles ni demonios, soy el amo de la noche. Tejo tu vida con mis sueños y los plasmo en tinta y papel. Después, como un niño sin madre, me arrimo a mi colchón, me duermo entre mis sueños, esperando que una mañana alguien me despierte con un beso y me diga: 'Buenos días, amor'" (Calva Zepeda, 2007).

Sus Víctimas y el Descubrimiento de sus Crímenes

El 8 de octubre de 2007, la policía descubrió restos humanos en el departamento de Calva Zepeda. Entre las pruebas halladas había carne humana en el refrigerador y una sartén con fragmentos de carne cocida. La víctima era Alejandra Galeana, su pareja sentimental, quien había sido reportada como desaparecida días antes. Posteriores investigaciones vincularon a Calva con otros homicidios de mujeres, algunas de las cuales presentaban rasgos similares físicos y emocionales (Fiscalía General de Justicia, 2007).

Perfil Criminal y Análisis de Expertos

Los criminólogos que estudiaron su caso intentaron determinar las razones detrás de su conducta. Patricia Payán Vidaña, Rodolfo Rojo Urquieta y Gustavo Salas Chávez fueron algunos de los expertos que participaron en el análisis de su perfil criminal. También se llevó a cabo el “Foro de Debate sobre Asesinos Seriales y Antropofagia. ¿Canibalismo Criminal?”, donde criminólogos y expertos en conducta criminal discutieron las motivaciones de Calva Zepeda (Santiago Cruz, 2008).

Entre los factores analizados se encontraban su infancia traumática, la relación con su madre, su sentimiento de abandono y su trastorno de personalidad. Se determinó que su violencia era un reflejo de su incapacidad para mantener relaciones afectivas saludables.

La Reacción de la Justicia y la Sociedad

El 9 de octubre de 2007, la Fiscalía Central de Investigación para Homicidios se enfrentó al reto de esclarecer el caso. Gustavo Salas, titular de la fiscalía, organizó reuniones con sus equipos para coordinar la investigación. Los medios de comunicación se hicieron eco del caso, generando un impacto mediático sin precedentes en México (Mendoza, 2012).

José Luis Calva Zepeda fue arrestado y procesado. Sin embargo, antes de recibir una sentencia definitiva, fue encontrado muerto en su celda el 11 de diciembre de 2007. La versión oficial indicó que se trató de un suicidio, pero persisten dudas sobre las circunstancias de su muerte (Fiscalía General de Justicia, 2008).

Referencias

  • Fiscalía General de Justicia. (2007). Informe sobre el caso José Luis Calva Zepeda. Ciudad de México.

  • Fiscalía General de Justicia. (2008). Investigación post-mortem de José Luis Calva. Ciudad de México.

  • Hernández, J. (2011). El Caníbal de la Guerrero: Crónica de un asesino en serie. Editorial Crónica Negra.

  • Mendoza, A. (2012). El impacto mediático de los asesinos seriales en México. Editorial Forense.

  • Payán Vidaña, P. (2008). Perfil criminológico de José Luis Calva Zepeda. Universidad Nacional Autónoma de México.