De la Guadalupana y Otros Milagros
La
Guadalupana es sin duda lo más mexicano que tenemos.
Horacio Cano Vargas
Estamos a punto de empezar
el Guadalupe-Reyes 2024-2025. Siempre empezamos estas épocas festejando a la
Guadalupana. De ella he escrito en otras ocasiones, más allá de la fe que
muchos le podamos tener, es un hecho que se trata de un símbolo que nos da
identidad a todos los mexicanos. Fue factor de unión en la fundación de la gran
nación mexicana en 1531. El día de hoy, en pleno 2024 sigue siendo venerada y
respetada, por católicos, ateos, agnósticos o miembros de otras religiones; por
propios y extraños. Es sin duda lo más mexicano que hay.
El 12 de diciembre se festeja en todo el país.
Aunque disimulado por aquello de la mal entendida división iglesia – estado. Ni
la Bolsa de Valores o los bancos tienen operaciones, ¿por qué? Porque
casualmente es “día del banquero”. Es
día inhábil de facto, incluso en dependencias gubernamentales, siempre bajo
alguna excusa, aniversario de algún sindicato u otra cosa que parezca creible
con tal de no decir que es por el día de la Virgen de Guadalupe, como lo es.
El estandarte de la Virgen
o su nombre, ha estado presente en varios momentos históricos. El más conocido:
el inicio del movimiento de independencia, en el que el cura Hidalgo decidió, no
creo que por casualidad, que el estandarte estuviera al frente del contingente.
José Miguel Ramón Adaucto Fernández y
Félix, primer presidente de la República, decidió ser conocido como
Guadalupe Victoria en honor a la Virgen del Tepeyac.
La Guadalupana ha sido
querida incluso por aquellos que estuvieron en contra de la Iglesia Católica. El
mismo presidente Juárez en un decreto de fecha 11 de agosto de 1859 señala que
se deben de respetar las fiestas de los pueblos, entre ellas la del 12 de
diciembre. Se sabe de la devoción que Plutarco Elías Calles le tenía o el
respeto que le tuvo Luis Echeverría Álvarez quien lo demostró con obras, ya que
ayudó de forma importante a la construcción de la “nueva” Basílica.
UNA
HISTORIA QUE COMIENZA
La administración estatal
que inicia, lo hará con una alta legitimidad, es la más votada en la historia
de Puebla. Promete dar muy buenos resultados, lo más destacado: su compromiso
con el medio ambiente. Cada sexenio era igual, se tocaba el tema de la
recuperación del Atoyac, pero no existía un plan real para poder limpiarlo. Hoy,
a decir de una muy respetada activista en la materia, las cosas se ven
diferentes. Hay esperanza, a todos los
funcionarios y en especial al gobernador electo, desde estas letras le deseo
una administración exitosa, donde se lleve condiciones de bienestar a todos los
poblanos. Hasta entonces.
COMENTARIO
AL AIRE
Un maestro, al que quiero
mucho, me decía algo así: “lo ordinario
es que la Virgen de Guadalupe haga todo tipo de obras materiales y humanas; lo
verdaderamente extraordinario es que los mexicanos lo hiciéramos, ahí está el
verdadero milagro”. Y quizá, como guadalupanos que somos, los mexicanos le
dejamos una gran carga a creer que alguien más vendrá a resolver todo. Y si no
siempre queda “echarle la culpa” a alguien más, al arbitro, a algún funcionario
o a la “mala suerte”. Yo les diría: “A Dios rogando y con el mazo dando”.