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El 68 ¡Ni perdón ni olvido! 56 años de infamia

 El 68 ¡Ni perdón ni olvido! 56 años de infamia

Julián Romero Tehuitzil


Los sucesos de lo ocurrido en el 68, a lo largo de estos cincuenta seis años, han tenido muchas lecturas. Que, a manera de una primera apreciación, a nivel mundial, se engendró una generación de ruptura cuyo espíritu abarcó todos los ámbitos de la vida. No puede concluirse que fue un proceso de transición democrática como muchos lo interpretan y que en su mayoría no vivieron esos momentos. 

Pero lo que sí queda claro, es que se luchaba contra el capitalismo alienante del primer mundo, contra las guerras coloniales e imperiales, contra el racismo, contra las dictaduras militares en Sudamérica, pero también contra las burocracias de los países del socialismo autoritario del centro de Europa.

En México, los jóvenes que en ese entonces oscilaban sus edades entre los 15 y 25 años y en una etapa de transformación donde se aceleraba la población urbana con diferencias regionales y sociales, la concentración del ingreso, el progreso de los estratos medios, el crecimiento de los grupos obreros y burócratas con acceso a bienes y servicios de infraestructura, y la rápida urbanización e industrialización como el coletazo del abandono del modelo de nacionalismo revolucionario. Aun así, esperanzador con satisfactores como la luz eléctrica, el teléfono, la estufa de gas y otros electrodomésticos, que provocaban cierta “liberalización” del entonces “prisioneras del hogar”. 


Fue la generación marcada por la televisión, y que predominaron series y programas 

norteamericanos tanto para adultos como para pequeños televidentes, sin embargo, también se inauguraron los programas mexicanos, especialmente telenovelas con dosis masivas de información manipuladas desde noticiarios que manejaban la “verdad absoluta”, pues no había otros. 

Y en toda esta innovación se dieron vuelo las empresas transnacionales atiborrando de propaganda y promoviendo el consumismo a todo vapor. Los jóvenes de los años 60s con temperamento abierto, sensibles y optimistas; confiados en el futuro, bastante idealistas llenos de imágenes y símbolos, desde el Che Guevara y Fidel Castro que se lanzaron por la vía armada a recuperar Cuba para su pueblo; Ho Chi Minh, que con paciencia y sabiduría dirigía la resistencia de su heroico pueblo contra la intervención norteamericana; pacifistas como Martin Luther King que luchaba por los derechos civiles en el corazón mismo del imperialismo norteamericano; Mao Tze Tung; Genaro Vazquez; Lucio Cabañas; Mariguela; los Tupamaros. Todos ellos, héroes de la esperanza y la vida en un mundo que se movía partido en dos grandes opciones: capitalismo o socialismo.

Sin embargo, la intolerancia, la rigidez y el autoritarismo se enseñoreaban en las esferas del poder, entre la prensa y los medios electrónicos, en las escuelas. Todo heredado con moldes de estrechez, el trabajo continuo, el deber ser, y las verdades hechas bajo principios de autoridad. La ideología reinante se partía en dos ejes: por un lado “la revolución hecha gobierno” y por otro la guerra fría bajo la “denuncia y repudio” de la subversión y de las doctrinas abanderadas por el comunismo, la restricción de libertades, la arbitrariedad y el permanente uso del poder.

La inquietud reinante en sectores de las clases medias urbanas se manifestaron desde antes del movimiento del 68. En marzo de 1963, el ejército enfrentó a estudiantes de la Universidad de Michoacán con saldo de un muerto y varios estudiantes y profesores encarcelados. 

A raíz de ello, dos meses más tarde en la Ciudad de Morelia se reunieron representantes de miles de estudiantes de universidades e institutos de educación del país y constituyeron la Central Nacional de Estudiantes Democráticos que, junto con la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, sería el organismo independiente más destacado de donde saldrían los principales dirigentes estudiantes de la década. 

En el año de 1964, en Puebla, se desarrolló el Movimiento de Reforma Universitaria que se conjugó con un movimiento de lecheros y campesinos y lograron derrocar al gobernador de la entidad. 

En ese mismo año, en el mes de mayo, en la Ciudad de México se realizaron manifestaciones estudiantiles en protesta por la intervención norteamericana a la República Dominicana; y en el mes de junio otra manifestación en apoyo al pueblo de Vietnam que fue atacada por granaderos y policías secretos.

En el año de 1965 estallaron una serie de paros de médicos y especialistas del IMSS y del ISSSTE que abarco los hospitales y centros de asistencia de la ciudad de México y de gran parte de la República, demandando mejores condiciones de trabajo, participación en el diseño de planes de enseñanza hospitalarios y la solución de un acumulado de diversos problemas hospitalarios. La respuesta oficial fue una brutal represión con granaderos el 26 de octubre de ese año, desalojando los hospitales en paro y sustituyendo la atención médica con médicos militares, una vez expulsados, despedidos y encarcelados los paristas bajo el pretexto de que “planeaban levantarse en armas contra el gobierno” sumandos así varias docenas de presos políticos, que el inicio del movimiento del 68 fueron bandera de lucha exigiendo su libertad. 

En ese mismo 1965, en la Universidad de Guerrero realizaron un movimiento en contra de la reelección del rector, y lo mismo ocurrió en la Universidad de Chihuahua. En el mes de abril de 1966, alumnos de derecho, de economía y de varias preparatorias de la UNAM, tomaron rectoría y obligaron a renunciar al rector y a varios directores de escuelas y facultades. Mientras tanto en Durango, los estudiantes de la Universidad Juárez ocuparon las instalaciones de la Compañía Fundidora y Acero de Monterrey en el Cerro del Mercado, y después de dos meses lograron, incluso con el apoyo de la iniciativa privada, impulsar un plan de desarrollo estatal y la posibilidad de crear una nueva siderúrgica.

En el mes de octubre de este mismo año, en Morelia, la policía asesinó a un estudiante en el marco de una comisión negociadora, por lo que estalló una amplia movilización universitaria-popular exigiendo la renuncia del entonces gobernador y la libertad de decenas de presos políticos, pero en un mitin estudiantil el ejército los reprimió deteniendo a más estudiantes y maestros, y, finalmente ocupando las instalaciones de la universidad. 

En 1967, el ejército entró en la universidad de Sonora para reprimir a estudiantes que luchaban por modificaciones a la Ley Orgánica y los planes de estudio. En ese mismo año, en solidaridad con los alumnos de la Escuela de Agricultura Hermanos Escobar de Ciudad Juárez, se produjo un amplio movimiento nacional que abarcó al Politécnico, escuelas normales rurales y todas las escuelas de agricultura del país, incluyendo la Nacional de Chapingo, agrupando aproximadamente cerca de 70 mil estudiantes. 

Es por ello que el movimiento estudiantil de 1968 no nació en ese mismo año; no surgió así nomás por generación espontánea. 

Sus demandas habían sido planteadas anteriormente por innumerables organizaciones políticas revolucionarias y por importantes grupos estudiantiles. 

La libertad a los presos políticos es en México una demanda tan vieja como el fenómeno mismo. También la lucha por derogar el artículo 145 que se refiere a la disolución social y porque desaparezca el cuerpo de granaderos. 

El movimiento de 1968 recogió todas estas demandas y no solo se pronunció por la solución de su pliego petitorio, sino que se hizo el vocero de las demandas más sentidas por los estudiantes, los trabajadores y los intelectuales de México. 

El Movimiento estudiantil del 68 fue un movimiento de carácter democrático-popular que pretendía el cumplimiento de la Constitución y, en consecuencia, el respeto a las garantías individuales y colectivas; el derecho de libre asociación y de expresión del pensamiento; el derecho de manifestación y protesta; la derogación de algunos artículos del Código Penal, que desvirtúan y atentan contra el propio espíritu de la Constitución, así como la libertad de los presos políticos. 

Muchos intelectuales, investigadores, historiadores y varios periodistas honestos ya lo habían advertido: el régimen se mantenía en todo el país cada vez más mediante prácticas corruptas de líderes venales pertenecientes al PRI, mediante el uso de prebendas que hacía llegar a los líderes incondicionales, a los periodistas corruptos, a los funcionarios deshonestos y, en suma, a todas las personas con algún peso específico dentro de la sociedad mexicana dispuestas a venderse. 

El hecho es que todo ese gigantesco sistema corrupto y corruptor, algún día tenía que fallar.

Tal y como se fueron dando en ese entonces los acontecimientos hace 56 años, día a día desde el mes de julio al mes de diciembre. 22 de Julio (de 1968) “Desde principios del ciclo escolar se dieron enfrentamientos entre estudiantes de las Vocacionales 2 y 5 y los de la Preparatoria particular „Isaac Ochoterena‟. 

Ese día se dio un ataque de las Vocas 2 y 5, dirigidas por las pandillas „los arañas‟ y „los ciudadelos‟ contra la “Isaac Ochotorena” incorporada a la UNAM; al no recibir respuesta de éstos, los de la Voca se regresaron a sus planteles, amenazando regresar al día siguiente. 23 de Julio Nuevamente, los estudiantes de las Vocas 2 y 5 azuzaron a los estudiantes de la preparatoria, y tampoco hubo respuesta por estos en presencia de los granaderos que respondían los insultos que los preparatorianos les lanzaban. 

Es entonces cuando fueron atacados por el cuerpo de granaderos, éstos portando macanas y gases lacrimógenos. 

Después de varias corretizas, una sección de granaderos llegó hasta la Voca 5 penetrando al plantel y golpeando brutalmente a alumnos y profesores que no habían participado en la trifulca. La batalla duró desde las 10:00 a las 13:00 horas en que se retiraron los granderos.” Comité 68 devela placa en 50 aniversario de la agresión del 23 de julio 25 de Julio Virtualmente, todas las escuelas públicas como la Universidad Nacional Autónoma de México, la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo, la Escuela Normal Superior, la Escuela Nacional de Maestros, el Instituto Politécnico Nacional, y algunas privadas como la Universidad Iberoamericana, se declaran en huelga; las sociedades de alumnos son rebasadas por los comités de Lucha a nivel local y se conforma el Consejo Nacional de Huelga, integrado por representantes elegidos en cada escuela con la finalidad de orientar y conducir las acciones” 

“Los profesores, encabezados por el ing. Heberto Castillo Martínez, Fausto Trejo, Elí de Gortari, se agrupan en la Coalición de Maestros y participan codo con codo al lado de los estudiantes universitarios” “El país se convierte en escenario de un gran debate político. Los estudiantes y sus aliados: intelectuales como Elena Garro, José Revueltas, cuestionan abiertamente al sistema del PRI-GOBERNO, grandes conglomerados sociales no dudan en alinearse a lado del movimiento estudiantil. 

Los representantes del gobierno, no están preparados para la discusión, sólo descalifican, tildan a los jóvenes de instrumentos del comunismo internacional. 

Nunca el discurso originado desde el poder fue tan pobre, tan torpe, tan alejado de la realidad mexicana” (5) 26 de julio Se realizó la marcha convocada por la FNET con la participación de alrededor de 50 mil estudiantes. A unas cuantas cuadras se llevaba a cabo otra manifestación para conmemorar el aniversario de la toma del Cuartel Moncada con el que se inició la Revolución cubana.

Esta actividad fue convocada por la CNDE, organización estudiantil dirigida por el PCM. Ambas manifestaciones tenían el permiso del DDF. [en esa época se requería tramitar permiso ante las autoridades para realizar marchas, no existía la libre manifestación] 

La indignación de los estudiantes del Politécnico que participaron en la marcha de la FNTE era tal, que alrededor de 5 mil se separaron al grito de ¡Zócalo… Zócalo! Con el propósito de dirigirse a ese lugar [nunca antes ninguna marcha había llegado al zócalo]. 

Se reunieron con la marcha en apoyo a Cuba que en ese momento se encontraba en el Hemiciclo a Benito Juárez y unidos se dirigieron por las calles de Madero hacia el Zócalo. 

Al darse cuenta del gran despliegue policíaco en las calles vecinas varios estudiantes trataron de evitar que la marcha siguiera, pero la indignación estudiantil era muy grande. 

El choque fue inminente y el enfrentamiento entre policías y estudiantes duró varias horas, la policía realizó una represión despiadada, los estudiantes fueron perseguidos y golpeados sin piedad, convirtiéndose el centro de la ciudad en un verdadero campo de batalla. 

El balance de los del Politécnico fue que hubo 8 muertos, 500 heridos y 200 detenidos. 

La policía declaró haber detenido a 76 personas y el Regente Alfonso Corona del Rosal negó que hubiera muertos. 

Al mismo tiempo que se desarrollaban los acontecimientos, agentes del Dirección Federal de Seguridad del Servicio Secreto ocupaban las oficinas del Comité Central del PCM y los talleres de su órgano periodístico „La Voz de México‟; ahí mismo aprendieron a algunos miembros del Partido, a otros en sus domicilios y otros más en lugares alejados de los acontecimientos. 

Pretendían hacerle creer a la opinión pública que fueron ellos los que provocaron el enfrentamiento. 27 de julio En la UNAM los estudiantes ocuparon las escuelas Preparatorias 1,2 y 3, esto como respuesta por el asesinato, represión y encarcelamiento de sus compañeros. Al mismo tiempo en el Poli, los estudiantes de Economía desconocieron a la FNET por su actitud reaccionaria al declararse en contra del movimiento y justificando la represión hacia este, y posteriormente se organizaron en Comités de Lucha. 

Además convocaron a una huelga general universitaria y pidieron la desaparición del cuerpo de granaderos. 28 de julio El comité coordinador del Movimiento General de Huelga del IPN, formado a raíz de los acontecimientos, desconoció a la FNET que fue acusada de innumerables actos de traición al estudiantado y de haber sido controlada y recibir subsidios por parte del gobierno. Cabe aclarar que la FNET empezó a debilitarse desde 1967, cuando trató de impedir que los estudiantes del IPN se fueran a la huelga en apoyo a un movimiento en Chapingo. Otro factor que contribuyó a su debilitamiento fue que la Dirección de Policía del DF declaró que fue a petición de la propia FNET que los granaderos reprimieron a los manifestantes del 26 de julio. Ese mismo día se llevó a cabo una importante reunión en la Escuela Superior de Economía del IPN con la asistencia de representantes del IPN, UNAM, Normal Superior y Chapingo (nombrados por asambleas). Se elaboró un pliego petitorio y se estudió la posibilidad de la huelga general hasta conseguir su cumplimiento. 


Estas fueron las demandas: 

1.- Destitución de la FNET, el MURO y la Porra Universitaria. 

2.- Expulsión de los estudiantes miembros de las citadas agrupaciones y del PRI. 

3.- Indemnización por parte del gobierno a los estudiantes heridos y a los familiares de los muertos. 

4.- Excarcelación de todos los estudiantes detenidos. 

5.- Desaparición del cuerpo de granaderos y demás grupos de represión. 

6.- Derogación del Artículo 145 del código Penal. (3)

29 de julio La policía tratando de responsabilizar a los estudiantes franceses de los hechos, persiguió a varios de ellos que estaban ligados a la “Revolución de Mayo” (el gran movimiento estudiantil y popular de mayo del 68‟ en Francia). 

Por la tarde fue disuelto un mitin que pretendieron hacer los estudiantes en el Zócalo, Inmediatamente se iniciaron choques violentos entre estudiantes y granaderos, la contienda se mantuvo durante el resto del día y las primeras horas de la noche hasta que los estudiantes se replegaron en las Preparatorias 1 y 3. 30 de julio. El centro de la ciudad volvió a ser un campo de batalla, pues el estudiantado en su repliegue colocó muchas barricadas con camiones y llantas que fueron quemadas. 

Los granaderos, al tratar de detener a los estudiantes, fueron repelidos por la resistencia que estos presentaron. 

La capacidad de combate de los estudiantes fue tal que el gobierno ordenó la intervención del ejército. 

Los militares se abrieron camino destruyendo de un bazucazo la puerta principal de la Prepa 1, además tomaron las Prepas 3, 2 y 5 de la UNAM y Voca 6 del IPN. 

Se habla de que hubo muertos en el bazucazo y las acciones represivas del ejército, el número de lesionados fue de 400 y el de detenidos de 1000. Al medio día en CU, el rector Javier Barros Sierra decretó día de luto para la UNAM por la violación de la autonomía universitaria, alzando la bandera a media asta, y declaró: 

“Hoy es un día de luto para la universidad; la autonomía está amenazada gravemente. 

Quiero expresar que la institución, a través de sus autoridades, maestros y estudiantes manifiestan profunda pena por lo acontecido. 

La autonomía no es una idea abstracta, es un ejercicio responsable que debe ser respetable y respetado por todos”. 

Los Consejeros de las Facultades y todo el profesorado del IPN y Chapingo, así como los del Colegio de México, manifestaron su apoyo a las autoridades universitarias y a la lucha de los estudiantes. 

En esos momentos el Regente Corona del Rosal declaró que los acontecimientos se debieron a los “agitadores profesionales” del PCM y el Secretario de Gobernación Luís Echeverría afirmó que “todo fue producto de un plan de la CNED. 

31 de julio Se celebró un mitin en CU convocado por las autoridades universitarias. El rector anunció su disposición a encabezar una manifestación en la que dijo,  presentaría la demanda de respeto absoluto a la autonomía universitaria.

Órgano de difusión de Movimiento Comunista Mexicano de Puebla

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