
"Hello world. I am Tony Niclinson, I have locked-in syndrome and this is my first ever tweet. #tony" ( Hola mundo. Soy Tony Nicklinson, tengo "síndrome de cautiverio" y este es mi primer tweet).
A sólo dos días de haber publicado su mensaje, su cuenta logró reunir más de ocho mil seguidores, quienes están compartiendo la historia de Nicklinson en las redes sociales.
En 2007, el británico de 57 años se ha negado a tomar los tratamientos recomendados por los médicos para prolongar su vida, y sólo se ha mantenido con los medicamentos que reducen los espasmos musculares que sufre.
Además Tony ha planteado legalmente la petición de muerte asistida, sin que se condene a quién ayude a terminar con su vida.
Según la ley británica, todo el que le ayude podría ser acusado de asesinato, aun si cumple con sus deseos. Un cargo de asesinato conlleva una sentencia obligatoria a cadena perpetua, independientemente del motivo o circunstancias.
El 12 de marzo el tribunal admitió a trámite la petición de Nicklinson. Este es el primer caso de eutanasia que será escuchado en un tribunal.
Otros casos
Actualmente se han dado a conocer nuevo avances tecnológicos que han permitido realizar tareas a gente que tiene algún impedimento físico, además del caso de Tony Nicklinson; recientemente se dio a conocer la historia de Cathy Hutchinson en mayo de este año.
La mujer originaria de Massachusetts, quien ha estado paralizada durante 15 años, dirigió un brazo robot para que tomara una botella con café y la acercara a sus labios y utilizando únicamente sus pensamientos.
En el último año se han registrado historias que incluyen la de un hombre cuadripléjico en Pensilvania que hizo que un brazo robot saludara de mano a su novia y la de un hombre parcialmente paralizado que controló de manera remota un robot pequeño que se desplazó por un laboratorio suizo.

Desarrollado en Japón por el Dr. Hideki Kozima, pero probado en Carnegie Mellon, Pittsburgh por Marek Michalowski desde el año pasado, los resultados de Keepon han sido sorprendentes, brindado respuestas de niños autistas que sus padres no habían visto nunca.